Había una vez una nena muy dulce que se llamaba Clara. Tenía 6 años, el pelo castaño con rulos y una sonrisa enorme que iluminaba todo. Clara ya dormía sola en su camita grande, pero había algo que a veces la preocupaba mucho:
Por las noches, sin querer, se hacía pis dormida.
—“¡Ay no! Otra vez…” —pensaba con los ojos llenos de lágrimas al despertar.
Se sentía incómoda y tenía miedo de que sus papás se enojaran.
Pero mamá y papá siempre la abrazaban fuerte y le decían:
—“No pasa nada, Clara. Esto se llama enuresis y le pasa a muchos chicos. No es tu culpa, solo es una etapa.”
Lo que Clara no sabía, era que sus papás habían preparado una sorpresa. Una noche, antes de dormir, mamá corrió las sábanas y le mostró el secreto:
—“Mirá, amor. Debajo de la sábana está tu funda mágica impermeable. Es como un escudo invisible que protege el colchón y te ayuda a dormir tranquila.”
Clara abrió los ojos enorme:
—“¿Un escudo mágico?”
Papá sonrió:
—“Sí, con esto no hay problema si ocurre un accidente. Vos podés dormir sin preocuparte, porque nada se arruina.”
Esa noche, Clara se acostó más relajada. Ya no tenía miedo de mojar la cama ni de que su colchón quedara manchado. Soñó con castillos, unicornios y estrellas, sin pensar en nada más.
Con el tiempo, Clara fue creciendo, y cada vez los “accidentes” pasaban menos. Pero mientras tanto, la funda impermeable la acompañaba como una gran amiga, dándole confianza y seguridad.
Y así, la nena aprendió que con paciencia, amor de familia y un poquito de ayuda mágica, todo se puede transitar sin problemas.
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